Probablemente la campaña que acaba de concluir, fue aquella en la que se utilizaron la mayor cantidad de recursos "no políticos" en toda la historia. Los candidatos hablaron de cuanto sexo se tiene en un partido, se desvistieron frente al Congreso, elaboraron spots con una mini comedia involucrando a su madre, le dijeron insinuantes a los electores que "estaban calientes", o entraron a un acto político gritando: "soy el rey".