El Senado sancionó el proyecto para limitar la posesión de tierras en manos de extranjeros, con consenso entre la oposición y el oficialismo, impulsor de la iniciativa.

Tras un debate que se extendió por más de tres horas, la iniciativa fue aprobada en general por 62 votos a favor y 1 en contra, del justicialista salteño Juan Carlos Romero.

El oficialista Juan Manuel Irrazábal habló en lugar del jefe del bloque, Miguel Ángel Pichetto, y señaló que “esta ley es fundamental en la recuperación de facultades soberanas del fundamental en la recuperación de facultades soberanas del Estado”, al tiempo que manifestó “satisfacción” por “coincidir con la mayoría de los bloques políticos en la defensa de intereses nacionales”.

El senador del justicialismo santafesino Carlos Reutemann defendió el proyecto al señalar que la Argentina "ha sido vista como granero del mundo, un granero ubicado en un suelo específico, y por eso es necesario protegerlo y dejarlo en manos de los connacionales".

La ley establece que la propiedad de tierras rurales en manos de extranjeros no podrá superar el 15 por ciento del territorio nacional y se fija el mismo límite en relación con el total de tierras rurales de cada provincia y de cada municipio.

En el texto también se establece un límite máximo para una misma persona o empresa extranjera de 1.000 hectáreas en la zona núcleo (el sector más productivo de la pampa húmeda) o de una extensión equivalente en el resto del país.

Además, prohíbe al capital extranjero la titularidad de las tierras "que contengan o sean ribereñas de cuerpos de agua de envergadura y permanentes", así como "los inmuebles ubicados en zonas de seguridad de frontera".

La ley afecta a las personas físicas extranjeras que no tengan domicilio real en Argentina y las personas jurídicas cuyo capital social en proporción sea superior al 51 por ciento.

El jefe de bancada del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, subrayó que la norma “no afecta derechos adquiridos porque legisla hacia delante”.