Durante miles de años, el permafrost, suelo que se congela durante dos o más años seguidos, ha mantenido la materia vegetal y animal muerta encerrada en el congelamiento profundo debajo de la tundra. Estos antiguos remanentes totalizan hasta un estimado de 1,600 mil millones de toneladas de carbono orgánico, casi el doble de lo que se encuentra actualmente en la atmósfera de la Tierra.