Fue un impacto tremendo. Desconcertante, inesperado para los ciudadanos comunes. Durante horas, nadie entendía que había pasado. Una mañana como hoy, hace 27 años, un coche bomba derrumbó el edificio de la mutual judía AMIA en pleno barrio porteño de Once.

La historia de la investigación, eterna interminable y sin resultados, es la de la errata constante de los gobiernos y la justicia. Se siguieron pistas falsas, se juzgó a la llamada "conexión local", se pidió la captura internacional de los funcionarios iraníes señalados por la Justicia, pero nunca se consiguió nada.

Hoy, las familias de los fallecidos y todos los argentinos seguimos pidiendo justicia, infructuosamente. En medio, el Pacto con Irán, la muerte del fiscal Alberto Nisman a cargo de la investigación, el juicio político al ex juez Juan Galeano y miles de incidencias que degradaron la investigación. Y la frustración de un pueblo. Nuca más.