El arranque de Diego Schwartzman en el ATP Masters 1000 de Miami fue prácticamente inmejorable. Dos triunfos en sets corridos con alto nivel y sin demasiada demanda física. En segunda ronda derrotó al francés Adrian Mannarino, 36° del mundo, por 6-1 y 6-4. El argentino prácticamente no mostró fisuras. 

El “Peque” fue una máquina en el primer set. Se puso arriba 5 a 0 en menos de 20 minutos y cedió muy pocos puntos. Superó ampliamente al francés, que tuvo muchos errores no forzados y no permitió el más mínimo espacio para la reacción. Tuvo un alto porcentaje de primeros servicios y ganó buena cantidad de puntos a partir del mismo, pero su superioridad fue tal, que incluso con su segundo servicio ganó todos. Finalmente lo cerró con su saque y fue 6-1. 

En el segundo set, Mannarino logró ganar el juego de su saque de entrada y tomó confianza. Pero eso solo alentó al argentino a estar aún más firme y concentrado. En el tercer game, después de trabajar bastante, logró quebrarlo nuevamente y encaminó el triunfo. 

Tan solo le bastó con mantener con firmeza su saque hasta el final para llevarse el triunfo sin dejar ninguna duda y con total contundencia. El argentino fue avasallante y mostró su jerarquía de top ten. En los octavos de final, enfrentará al ganador del choque entre el local Sebastian Korda y el ruso Aslán Karátsev.