Nadie tiene claro si le habrá servido para comprender que sus acciones o inacciones crearon una masacre en la estación Once de trenes. Pero dicen en la cárcel que el ukelele suena celestial y que los brotes de los malvones son de ensueño.

El ex secretario de Transporte, condenado por la justicia a 5 años y seis meses de prisión por su responsabilidad en la tragedia de Once que costó la vida de decenas de personas, pero ahora, recibió una mas que interesante reducción de 8 meses, en base a sus conocimientos de ukelele.