Las cosas parecen no estar tan sencillas para María Eugenia Vidal. La opción que tomó de ir de candidata por la Ciudad después de haber sido gobernadora bonaerense, no parece resultar tan cómoda como la pensó.

Es cierto, le sirvió a Horacio Rodríguez Larreta para sacar de carrera a Patricia Bullrich, pero haber aceptado a Ricardo López para acaparar votos liberales, generará un fuga en la primaria hacia el economista, no solamente de esos votos, sino también de los electores "duros" desencantados por la trapisonda que se le hizo a Bullrich.