En Santiago del Estero, está paralizada la planta de biodiesel Viluco. Es por la muerte de dos obreros el martes último.

Los trabajadores responsabilizan a la compañía por el accidente y piden la intervención del Ministerio de Trabajo para reanudar las actividades.

El jueves, inhumaron los restos de Diego Goitea, de veintiún años, y de Alberto Vera, de treinta y cuatro. Ambos murieron aplastados por doscientas toneladas de soja cuando limpiaban un silo.