Pocos rivales y escenarios menos propicios que Estudiantes y La Plata para recuperarse luego de una eliminación. Sin embargo, San Lorenzo pudo levantar cabeza. En un partido apagado, el Ciclón se impuso 2 a 0 con goles de Nicolás “Uvita” Fernández y Juan Ramírez y no abandona las esperanzas de clasificarse.

Además, la derrota del Pincha apretó aún más los puestos de clasificación en la Zona A. Los primeros instantes del partido se jugaron exageradamente por arriba. San Lorenzo contaba con Franco Troyansky y Franco Di Santo para buscar envíos largos, más Alejandro Donatti y Diego Braghieri para la pelota parada, y el Pincha con Leandro y los defensores Agustín Rogel y Fabian Noguera.

Pero, a los 11 minutos, Di Santo rompió el libreto y desencajó a toda la defensa rival. Se tiró a la izquierda, apareció muy solo y creó una muy buena jugada que derivó en el primer tanto. Dio un gran pase por abajo al área para la llegada de Nicolás Fernández y este tocó de primera hacia la red. Desde entonces, el conjunto de Boedo se plantó para el contraataque y tuvo espacios para crear riesgo.

El equipo platense, en cambio, continuó con la búsqueda aérea, pero volcó el juego un poco más hacia la izquierda y encontró mejores perspectivas para tirar los centros. A los 25, Di Santo tuvo el segundo, pero el asistente José Castelli se lo anuló equivocadamente. Tras un centro de Juan Ramírez, Bruno Pittón la bajó por el segundo palo y el ex delantero del Chelsea la empujó sin oposición.

Ninguno de los dos que tocaron la pelota estaban en posición adelantada. En el medio, Troyansky sí lo estaba, pero su intervención no parece haber tenido incidencia alguna en la jugada.

La fórmula del centro y el cabezazo volvió a ser utilizada en varias oportunidades por el Pincha y tanto Leandro Díaz como Manuel Castro estuvieron cerca de conseguir el empate, pero se encontraron con buenas respuestas de José Devecchi. Pero aún con la intención clara, las oportunidades no fueron ni muy frecuentes ni especialmente nítidas.

Para el segundo tiempo poco cambió y la postura de ambos se profundizó. A los 10 de dicha etapa, Alejandro Donatti saltó a rechazar uno de los tantos envíos aéreos del equipo de Ricardo Zielinski con el brazo izquierdo muy extendido y la pelota tras un desvío impactó allí.

La regla de la mano no se ha modificado, aunque sí las recomendaciones al respecto y por más que suene ridículo, la histórica normativa de la intención quedó en un lugar muy secundario. La mano ocupa un espacio y se ubica en un lugar sumamente antinatural. De acuerdo al criterio reinante debió sancionarse penal.

A los 23, otra vez Di Santo por afuera fue clave. Combinó con Marcelo Herrera, quien cedió para que Troyansky aguantara dentro del área. El ex Olimpo y Unión giró con la marca de Leonardo Godoy en la espalda y descargó para la entrada de Ramírez que con cara interna definió contra el palo derecho de Mariano Andújar.

San Lorenzo no fue un equipo imparable ni mucho menos. Cuando se puso en ventaja era apenas un poco más que Estudiantes. Pero, ante un rival dificilísimo, que le llenó el área de centros, lo aguantó casi sin sobresaltos, contragolpeó cuando pudo y se llevó un triunfo sumamente valioso, por los antecedentes, por el contexto y por el escenario.

El equipo de Diego Dabove quedó a cuatro puntos de la zona de clasificación y el resultado trajo aún más paridad en el grupo. Entre el segundo puesto y el octavo quedaron tan sólo tres puntos de diferencia.