Las tres vacunas que se aplican en Argentina --Sputnik V, Sinopharm y AstraZeneca, por ahora solo en la marca Covishield—tienen dos componentes. El primero garantiza una buena base de inmunidad, que se potencia con el segundo. Tanto en Sinopharm como en AstraZeneca, estos dos componentes son iguales y por ende podrían ser intercambiables. 

Pero en la vacuna rusa hasta el momento no se podía. Porque más allá que la vacuna original seguirá vigente, el nuevo desarrollo elaborado por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya representa una versión monodosis de la vacuna basada en adenovirus humanos Sputnike, que requiere dos administraciones con un intervalo de 21 días para la inmunización completa. 

El director del Gamaleya, Alexandr Gintsburg, ha señalado que la seguridad de la vacuna de una sola dosis está “demostrada”, pero su eficacia para su uso entre los mayores aún debe ser estudiada. En diciembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, presentó la Sputnik Light y estimó que la eficacia era de 85%, aunque no se han divulgado los datos científicos de la fase 3. 

Putin fue vacunado días atrás sin divulgar qué fórmula recibió. Según los investigadores, Sputnik Light servirá para reducir la mortalidad en situaciones en la que es difícil inocular las dos dosis necesarias para reforzar la inmunidad. “Puede convertirse en una solución provisional y eficaz para muchos países que se encuentran en el pico de la enfermedad y quieren salvar el mayor número de vidas posible”, dijo el presidente del Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR), Kiril Dmitriev.