El superclásico parecía condenado a terminar en un 0-0 intenso pero aburrido, y cuando casi ya no quedaba tiempo, una falta de Sández sobre Solari generó una catarata de sucesos que modificaron totalmente el espectáculo. Borja metió el penal y mientras el colombiano festejaba en una esquina de la cancha, detrás suyo se armó una pelea de la que participaron titulares, suplentes e integrantes de los cuerpos técnicos de ambos planteles. Según el reloj, quedaban poco más de dos minutos de juego, pero el encuentro tardó más de quince en reanudarse.