La presentación en la Justicia de la denuncia del vicepresidente Amado Boudou contra el estudio jurídico que integra la esposa del procurador Esteban Righi precipitó la renuncia del jefe de los fiscales, que fue aceptada por la presidenta Cristina Fernández.

El funcionario del Ejecutivo vinculó al estudio jurídico que integra la esposa del procurador con el delito de tráfico de influencias entre los argumentos que esgrimió para defenderse de las sospechas planteadas en la Justicia sobre su intervención en el proceso de salvataje de la imprenta Ciccone.

"Página 12" confirmó este martes la dimisión del procurador y la aceptación de la misma por parte de la presidenta Cristina Fernández. Righi regresó ayer al país desde Nueva York y se encontró con la noticia de la presentación judicial de Boudou inundando los medios.

Ninguna fuente oficial confirmó la salida del procurador anunciada por el matutino en el título principal de la tapa de este martes. El diario Clarín, enfrentado con el Gobierno, dejó abierta la definición: "Righi analiza dejar el cargo, tras el ataque de Boudou", tituló.

Con el escenario planteado tras la presentación judicial del vicepresidente, el procurador mantuvo un encuentro con el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, en el que ofreció su renuncia al cargo. Un poco después de esa reunión, que se desarrollo en buenos términos, la presidenta aceptó la dimisión del hombre que eligió Néstor Kirchner para comandar a los fiscales del país.

Righi se mantuvo en silencio desde el jueves al mediodía cuando el vicepresidente denunció que desde el estudio jurídico que integra la esposa del hasta entonces procurador le ofrecieron en dos oportunidades hacer lobby a su favor en los tribunales federales porteños.

Según la denuncia de Boudou, la primera vez fue el 3 de julio de 2009, cuando estaba al frente del ANSES. Mientras que el 20 de mayo de 2010, ya siendo ministro de Economía de la Nación, se repitió el ofrecimiento por parte del mismo estudio.

En la presentación judicial el vicepresidente argumentó que no entendió el mensaje de aquellos ofrecimientos hasta que la Justicia empezó a investigar su relación con la empresa Ciccone