El juez Canicoba Corral procesó a un grupo de falsificadores de libros altamente comerciales, para venderlos por afuera del circuito habitual del mercado, en perjuicio de las editoriales y los autores.

“Los libreros que venden libros buenos son los más perjudicados”, señaló el abogado de la editorial Planeta, Pablo Eslomisqui.

“La resolución es muy sólida”, dijo el hombre, al destacar que “hay constancia de que los libros se enviaban a Capital y también al interior del país.

“El que compra una película falsa se da cuenta al primer golpe de vista, con el libro no sucede lo mismo”