Hace 5 años años, Paula Sanchez Frega, se vió sometida a que su ex pareja, Patricio Pioli, difundiera imágenes de ambos teniendo sexo, por sus redes sociales. Allí comenzó el calvario.

Poli, un tatuador que no aceptaba la ruptuba, pretendía recuperar a Sánchez Frega, presionándola bajo amenaza de difundir el video, cosa que terminó haciendo. Para peor, Poli dió incluso una entrevista radial donde contó alegramente que había abusado de la víctima.

Después de un largo proceso judicial, el Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional, integrado por la juezas Edith Agüero y María Petrillo y el juez Fernando Romero, condenaron al agresor a 5 años de prisión efectiva por los delitos de coacción y lesiones leves, en medio de una tremenda trama de violencia de género.