Las complicaciones para conseguir dólares en el país para cancelar importaciones ya afecta la industria automotriz. General Motors (GM) suspendió la exportación a la Argentina de los vehículos y autopartes que se producen en Brasil, según anunció el presidente de la compañía para toda América del Sur, Jaime Ardila.

La crisis en el sector no sólo se debe al cepo cambiario, sino también es una consecuencia del default técnico en el que está el país ante la posibilidad de pagar a los bonistas. Según publica hoy el diario especializado Valor Económico, Ardila señaló que "la industria automotriz no consigue la moneda americana en el Banco Central de la Argentina".

"Las cosas se deben normalizar cuando el problema con los holdouts se solucione", agregó el ejecutivo de GM, dueña de la marca Chevrolet. La firma ya dejó de enviar a la Argentina los modelos Onix, Prisma y la pick-up S-10, que se producen en el vecino país. En la fábrica de GM de Rosario sólo se produce el modelo Corsa.

La situación podría extenderme a otras compañías. Según el matutino, el director del grupo Fiat/Chrysler para América Latina, Cledorvino Belini, dijo que "la tendencia en la industria es disminuir los volúmenes de exportaciones de Brasil y continuar con la importación de carros fabricados en la Argentina". Eso disminuiría el déficit comercial que tiene el país con Brasil, pero impactaría en el nivel de actividad, ya que la caída de las importaciones complicaría las ventas en el país y afectaría la actividad laboral.

Ardila adelantó que se espera una reducción de 10 % y 30 % de las ventas de vehículos en Brasil y la Argentina en todo 2014, respectivamente. "Como en Brasil, las fábricas argentinas reducirían las jornadas de trabajo", alerta Valor Económico, una situación que ya se refleja en la serie de suspensiones que rigen en varias automotrices en el Gran Buenos Aires y Córdoba.