El senador Miguel Ángel Pichetto (Frente para la Victoria) volvió a tomar distancia del Gobierno. Cansado, según dijo, de "ser políticamente correcto" a la hora de verter sus opiniones sobre las decisiones de Cristina Kirchner, el jefe de la bancada oficialista en la Cámara alta cuestionó las políticas de seguridad llevadas a cabo por la Casa Rosada, fustigó contra la campaña de Martín Insaurralde para las elecciones legislativas y evitó opinar sobre los vínculos entre el matrimonio presidencial y el empresario Lázaro Báez.

"El Estado tiene que recuperar el control de la calle", afirmó Pichetto, al tiempo que consideró que "hay que hacer correcciones" en la lucha contra la delincuencia. "Se puede tener una seguridad democrática pero que funcione", indicó.

Al respecto, pidió "terminar con la patria de los barrabravas, uno de los grandes flagelos de Argentina" y habló de connivencia entre el poder y los violentos al precisar que "no" son "ingenuos ni estúpidos, lo que sucedió el día del hincha de Boca en la Capital Federal contó con una logística".