En medio de una crisis política sin precedentes, Cristina Kirchner logró lo que quería, que el cambio se gabinete se haga ahora y no después de las elecciones generales del 14 de noviembre, como pretendía Alberto Fernández.

Por otro lado, tal como pidió la vicepresidenta en su carta, el jefe de Gabinete será Juan Manzur, actual gobernador de Tucumán. Por otro lado, Eduardo "Wado" De Pedro, líder de La Cámpora se mantendrá en el ministerio del Interior pese a ser el primero en renunciar cuando Cristina dio la orden de retirarse.

Asimismo, los ministros de Seguridad y Educación, Sabina Frederic y Nicolás Trota, ambos muy mal vistos por el kirchnerismo, dejan sus cargos y son reemplazados por Aníbal Fernández (múltiple ministro de la ex presidenta) y Jaime Pezyck.

El presidente logró sin embargo, darle algo a Santiago Cafiero. Si bien lo corrió de la jefatura de Gabinete por el deseo de la vicepresidenta, lo envío a Cancillería en reemplazo de Felipe Sola, que en su carácter de Canciller, estaba en lugar el presidente en México, asumiendo la presidencia pro tempore de la CELAC.

Los cambios, sumados a la caída del amigo y vocero presidencial Juan Pablo Biondi, son reflejo de todos las exigencias de la vicepresidenta Cristina Kirchner.