Una de las mejores jugadoras del mundo, Naomi Osaka, debió retirarse de uno de los torneos más relevantes, Roland Garros. No evitó presentarse; quería jugar y de hecho lo hizo, ganó en la primera ronda y avanzó a la siguiente fase.

Tras el partido, la organización fuerza a los jugadores a brindar una conferencia de prensa, pero la jugadora no se presentó. Ya había avisado antes del campeonato que no se iba a presentar a ninguna rueda con medios porque lo padecía e iba a priorizar su salud mental.