En una casa de Merlo, Matías Alejandro Guiñazú apuñaló mortalmente a su pareja, Soledad Ibañez. La intervención de la Policía fue necesaria, ya que Guiñazú se negaba a soltar el cuchillo y pedía que le dispararan para acabar con su vida. Finalmente, fue detenido después de autolesionarse con el arma.

Soledad Ibañez sufrió numerosas heridas, incluyendo 13 en la espalda, en un acto de violencia extrema. Guiñazú, por su parte, resultó herido en el tórax y el abdomen y fue trasladado a un hospital para ser intervenido quirúrgicamente.

La relación entre la pareja era conocida por ser conflictiva, con antecedentes de violencia de género por parte de Guiñazú. La investigación del caso está a cargo de la UFIJ 12 de Morón, que lo caratuló como "homicidio agravado por el vínculo", con la posibilidad de una condena a prisión perpetua.

Este lamentable episodio pone de manifiesto una vez más la importancia de abordar la violencia de género y proteger a las víctimas de estos crímenes atroces.