Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y porción sustancial de la coalición que llevó al poder a Alberto Fernández, fue a los Estados Unidos a buscar apoyos para la renegociación de la deuda externa. No le estaba yendo nada mal, hasta que algunas declaraciones desde el gobierno, y especialmente la posición que tomó el país en la OEA respecto a los presos políticos en Nicaragua, le detonó todo su trabajo.

Molesto, Massa habló hoy en el Inter American Dialogue y dijo: “Ni en Nicaragua ni en ningún país de la región podemos tolerar presos políticos”, contraponiéndose a la posición abstencionista de la Argentina en la materia.

“Nicaragua o cualquier otro país no debería poder detener a políticos. Eso es clave para la democracia”.

En el país centroamericano, en vísperas de las elecciones, el presidente Daniel Ortega encarceló por diversos motivos pueriles a los tres candidatos opositores con mas chances electorales.

Sin mencionarlo, Massa dio a entender que el voto argentino estuvo mas relacionado con no darle el liderazgo de la Resolución a Luis Almagro, secretario general de la OEA, que a la cuestión de fondo, pero el resultado de la "internita" fue que Argentina quedó muy mal parada frente a los Estados Unidos, a la postre, casi el dueño del FMI, al que la estamos pidiendo buena disposición.