Irán ahorcó públicamente a Majidreza Rahnavard, de 23 años, quien participó en las protestas por la muerte de la joven kurda Masha Amini a manos de la Policía de la Moral por infligir las normas del país.

El joven luchador ha sido condenado a muerte por un tribunal de la ciudad de Mashhad acusado de de matar a dos miembros y herir a otros cuatro voluntarios de las fuerzas Basij, relacionado a la Guardia Revolucionaria del país, en un enfrentamiento por la represión estatal. 

El jueves se llevó a cabo la primera ejecución pública del acusado Mohsen Shekari, condenado a muerte por herir con un cuchillo a un guardia de seguridad y de bloquear una de las calles de Teherán. Durante su juicio, la víctima mostraba claros signos de tortura y violencia en su rostro, según Mahmoud Shekari, tío del joven asesinado. 

Los medios iraníes publicaron los nombres de otras 25 personas que enfrentan la pena de muerte a raíz de las protestas masivas y el Gobierno pone de relieve la rapidez con la que ejecutan a los acusados detenidos por las manifestaciones.

La Unión Europea y los países occidentales se manifiestan e imponen sanciones económicas y restricciones de viajes contra Irán, que resultan poco prácticas ya que es poco probable que quienes fueron sancionados viajen a Occidente o posean activos fuera de Irán. Los padres de los acusados a la pena capital realizaron un llamamiento sincero protestando por la inocencia de sus hijos y exigiendo que se les otorgue el derecho básico a un abogado de su elección.

Mashhad es el centro de las protestas y según la agencia de noticias del poder judicial Mizán, informó que Rahnavard fue condenado por un tribunal revolucionario de dicha ciudad, sin poder elegir su abogado, impugnar las pruebas en su contra ni solicitar que el juicio se celebrara en público.

 La televisión estatal dio a conocer un video en el que el acusado decía en el tribunal que llegó a odiar a las fuerzas Basij después de verlos golpear y matar a los manifestantes en las redes sociales.

Según Human Rights Activists in Irán, al menos 488 personas fueron ejecutadas desde que comenzaron las protestas en septiembre, y más de 18 mil han sido arrestadas por las autoridades.