Tal como ocurrió a principio de año, otra vez las medidas proteccionistas impuestas por el gobierno argentino repercuten en el sector automotriz. Y miles de vehículos permanecen frenados en el puerto de Zárate.

Según informa el diario El Cronista, hay entre 15.000 y 17.000 autos en los depósitos fiscales, y entre 20.000 y 25.000 esperando para poder subir a los barcos. En total, ocupan un espacio de 230.000 metros cuadrados en la playa fiscal, y otros 130.000 metros cuadrados de una playa con protección antigranizo.

Los vehículos pertenecen a la mayoría de las marcas. Es que en esa terminal operan GM, Honda, Iveco, Mercedes Benz, PSA Peugeot Citroën, Renault, Toyota, Volkswagen, Land Rover, Mitsubishi, Hyundai, Porsche, Chery, Subaru, Volvo, BMW, Chrysler, Fiat y Ford.

La situación se genera por la demora en la aprobación de las licencias no automáticas y las declaraciones juradas anticipadas, que debe realizar la secretaría de Comercio Interior que conduce Guillermo Moreno.

Tanto las terminales como las importadoras ya presentaron sus planes para equilibrar la balanza comercial con exportaciones de vinos y muebles, entre otras cosas, y así poder cumplir con los cupos establecidos por el Gobierno desde el año pasado.

Además de las complicaciones de operatividad que sufren las automotrices, la demora también le genera un alto costo financiero adicional, de unos $100 por cada unidad.

A las demoras en el puerto de Zárate se suman las dificultades en la frontera terrestre con Brasil. Allí, los trabajadores públicos brasileños están trabajando a reglamento, y lo que antes tardaba 24 horas en ser liberado, hoy supera las 48 horas.