La actriz Marixa Balli fue entrevistada por Ángel de Brito en el programa Los ángeles a la mañana (LAM), donde contó desde su local en el barrio de Flores, la interna que vive como emprendedora del calzado. 

El emprendimiento comenzó en el 2005 en un club social en Saladillo, de donde es oriundo su padre y de a poco pudo tener un puesto en la feria de La Salada hasta tener el local que luce orgullosa con vista a la calle. Pero también mostró el lado difícil de ser una emprendedora, con una pandemia en el camino. 

“Estoy muy dedicada a este laburo, como cuando estuve en La Salada”, explicó Balli desde el interior del local Xurama, ubicado en Bogotá y Nazca, y agregó: “En el local soy una más, trabajamos todas a la par. Y en la fábrica me siento con el modelista, hago los dibujos y me súper interpretan sin haber estudiado diseño de calzado”, donde ella se encarga de comprar los materiales y realizar los bocetos de sus propios proyectos.

Con la llegada de la pandemia, Marixa explica: “Fue terrible para todos hasta que pude conseguir el permiso para salir y vender online me fue genial. Todo el mundo compraba”, y en relación a mantener a sus empleados, dijo: "Mantuve todo, pero el que se quiso auto despedir obviamente me hizo juicio. Lo hicieron en muchos locales, la gente quiere que la contrates para cagarte, para hacerte juicio. Por eso no hay laburo en Argentina, porque las leyes están muy mal”.

Asimismo aseguró que tiene intenciones de contratar más empleados, pero por malas experiencias y juicios fraudulentos tiene miedo de ser estafada nuevamente. Por otra parte, explicó: “Tengo buenos empleados, cuando me confundí, me confundí, pero di todo. Pasa que por un mango te matan, y llega diciembre y se vuelven locos, porque quieren plata. Es lamentablemente, decí que todos los días encuentro gente que quiere laburar”

En la entrevista habló sobre su deseo de irse del país: “Tengo nacionalidad italiana y tengo pensado irme. Mientras mi madre esté conmigo, y espero que sea por muchos años, es lo único que me retiene en este país. Después, no tengo más ganas”, y agregó que los motivos principales son la inseguridad y de la inestabilidad económica con las constantes fluctuaciones del dólar. 

En vísperas del Día de la Madre, Marixa Balli aprovechó tener a Sussy, como cariñosamente la llama a su mamá, para reconocer: “Mi vieja es una señora que vale millones, la amo con todo mi corazón y es lo único que me queda”.