La semana pasada, la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, por llevar mal puesto el velo causó indignación en Irán, llevando a protestas por todo el país. Hasta la fecha, las manifestaciones han dejado “varios arrestos”, y por su parte, las autoridades han utilizado gas lacrimógeno para reprimir y dispersar a la multitud. 

"Alrededor de 500 personas se reunieron en Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán, y gritaron consignas en contra de los responsables del país”, indicó Fars, agencia de noticias iraní. Asimismo, el diario señaló que varios manifestantes “rompieron las ventanas de vehículos e incendiaron tachos de basura”.

También se realizaron protestas durante el entierro de Amini el sábado, donde hubo enfrentamientos de los civiles contra la policía. "No murió nadie, y solo hubo algunos heridos leves”, dijo a medios iraníes el diputado de Saghez Behzad Rahimí. Además, afirmó que las fuerzas de seguridad usaron “perdigones” en las protestas causadas por “oportunistas”. Durante el entierro muchas mujeres se quitaron sus velos en señal de desafío y protesta.

Amini murió luego de haber sido detenida por la Policía de la Moral la semana pasada. De acuerdo con las autoridades, dos horas después de su detención, la chica sufrió un paro cardíaco que la hizo entrar en coma, y luego de dos días, su muerte. Sin embargo, la autopsia reveló que tenía una fractura en la cabeza, una hemorragia, y un edema en el cerebro. Esto confirmaría que murió por un golpe, y no por lo reportado por la policía. 

De igual manera, su padre en todo momento había negado que su hija sufriera de alguna condición en el corazón, acusando a las autoridades de encubrir su asesinato.