Sin ironías ni ambigüedades, Macri reconoció que la estrategia que utilizó Cristina Fernández "le dio vergüenza ajena" y cuestionó duramente las condiciones en las que tuvo lugar el acta de traspaso de un servicio que, a su entender, no está en condiciones de operar correctamente. "Prefiero que la gente no viaje en subte a que tenga un accidente", arremetió.

Consultado sobre si Buenos Aires va camino a ser una ciudad sin subte, Macri no demoró en contestar: "Esa es una decisión de la Presidenta".

El jefe de gobierno sostuvo que la medida que llevan a cabo los metrodelegados, que hoy cumple su noveno día de vigencia, es "cien por ciento político", y recordó que muchos de los trabajadores son avalados por el propio Gobierno Nacional.

En lo que a él respecta, prometió "seguir trabajando con lo que esté a su alcance para facilitarle la vida a la gente", aunque "no pueda cambiar la forma [de pensar] de la Presidenta".

"La gente está muy enojada, como lo estamos todos. Y tiene una enorme confusión porque el Gobierno despotrica y manipula", advirtió..