El Senado firmó en comisiones el dictamen para la reforma de la Carta Orgánica del BCRA, y el kirchnerimo espera tratar la iniciativa este miércoles en el recinto. Gracias a un acuerdo del oficialismo con la UCR, el proyecto será debatido sobre tablas.

La reforma a la carta orgánica del BCRA cuenta con un amplio rechazo en el arco opositor. No obstante, algunos legisladores coinciden con algunas de las cláusulas del texto remitido por el Poder Ejecutivo, y el oficialismo podría contar con los votos necesarios para su aprobación. El proyecto elimina la obligación de que las reservas del Central deben cubrir el total de la base monetaria y permite al Poder Ejecutivo utilizar los fondos de la entidad para pagar deuda. Además, el proyecto habilita al directorio del BCRA a orientar y promover el crédito.

Por Continental, el diputado y presidente del Bloque Unidad Popular (integrante del interbloque del FAP) advirtió que su sector “no acompañará estrategias irresponsables que puedan devenir en iguales o mayores problemas inflacionarios, ni tampoco el culto a las reglas y una ortodoxia neoliberal que sólo ha producido desarticulación productiva y desigualdad social”.

En Magdalena Tempranísimo, matizó que, “si bien compartimos la necesidad de terminar con la actual Carta Orgánica del Banco Central, así como con la propia Ley de Convertibilidad, entendemos que sólo puede hacerse en un marco de políticas que coloquen al Estado y su capacidad regulatoria en el centro del proceso de inversión, estableciendo en qué debe desarrollarse nuestro esquema productivo y a la vez definiendo quiénes son los actores principales de dicho proceso”.

El economista de referencia de la CTA se mostró “preocupado” por “un proyecto oficial que deja en manos del Directorio del Banco Central la definición (sin criterios claros a respetar) del nivel óptimo que debieran tener las reservas (casualmente en el momento donde en función de las reglas vigentes, las mismas parecieran haberse agotado para el uso de cancelación de deuda estipulado por el oficialismo)”.

“Ni irresponsabilidad, ni ortodoxia neoliberal. Cambio productivo para un nuevo modelo de desarrollo”, resumió Lozano.