Los nuevos subtes de la línea A rozan los andenes, por lo que los pasajeros deberán esperar más tiempo para disfrutar de los flamantes coches chinos de última tecnología y mayor capacidad: sólo dos formaciones estarían listas el mes próximo y la situación se normalizaría recién en junio. Los técnicos afirman que la fricción era algo "esperable".

Por esta razón, cuando el 9 de marzo reabra el subte en lugar de 16 formaciones, como había hasta diciembre, circularían solamente 11, informó este sábado el diario Perfil.

En este sentido, aunque la situación se normalizaría en junio, las estimaciones de los técnicos indican que esto podría significar una disminución en la frecuencia de al menos un minuto en hora pico.

Mientras tanto, los trabajos bajo tierra avanzan según los tiempos pronosticados. Técnicos traídos especialmente desde China, seguidos casi todo el tiempo por dos traductores, realizaron las primeras maniobras.

El único inconveniente presentado hasta ahora, según informó el sitio especializado Enelsubte.com, es que los nuevos coches rozaron los andenes durante las pruebas.

Para los técnicos de Metrovías, la situación no es ideal pero era esperable y se solucionará sacando parte de los bordes en las curvas con una amoladora.

Los técnicos informaron que se trata de un problema habitual, que también sucedió en la todavía no inaugurada estación Juan Manuel de Rosas, en la línea B. Se debe al movimiento que generan los coches al ganar velocidad y girar en las curvas, que es distinto en cada modelo.

La diferencia en la cantidad de formaciones disponibles surge porque mientras la flota de coches belgas contaba con doce formaciones, los flamantes trenes chinos son nueve. En cuanto a este tema, Sbase considera que esto no resentiría la frecuencia porque los nuevos duplican en velocidad a los viejos.

Pero la línea también cuenta con seis trenes marca Fiat, de 1980, que circularían junto con los chinos, y con los que se cuenta para poder mantener la frecuencia. Pero para que puedan convivir se les deben cambiar todas las ruedas, que habían sido adaptadas para funcionar junto con los belgas, con otro tipo de llantas.

La diferencia no afecta a las vías, pero sí a un mecanismo de seguridad llamado "contrarriel" instalado en las curvas pronunciadas para prevenir descarrilamientos, que tuvo que ser modificado para los coches chinos.

Se calcula que el cambio de ruedas llevaría un mes por cada formación –o tal vez más porque los repuestos son importados– por lo que en la inauguración solamente estarían terminadas dos. Y a partir de ese momento, se agregarían de a una por mes hasta llegar a las cuatro que quedan, informó el citado diario.