Hubo jugadores determinantes, en el campeonato en general, pero en la final en particular. Te contamos que vimos en Continental.

LOS CONSAGRADOS

Entre los históricos, Otamendi hizo un muy buen partido. Los brasileños le dieron la pelota para que fuese salida, confiando en su flojo manejo de pelota, y es cierto, cometió algunos errores con ella, pero todos los resolvió, con coraje, peleando, se impuso por arriba, fue líder y casi nunca pudieron pasarlo. Lo hicieron protagonista los rivales y estuvo a la altura.

Ángel Di María enfrentó la final, uno de los pocos partidos que entró como titular, y a todos sus fantasmas. Y los venció. Los apaleó. Cuando Brasil apretaba, la única válvula de escape de los medios argentinos era "el Fideo". Encaró a todos, chocó muchas veces, es cierto, y otras fue letal, siempre peleó, muchas ganó. Y definió la final con un gol maravilloso.

Lio Messi tuvo un partido flojo en términos futbolísticos. De hecho pudo definirlo de contra cuando Rodrigo de Paul lo dejo solo y con todo el tiempo del mundo contra el arquero de Brasil, y encima para la zurda. Se cayó. 

Pero ojo, Messi jugó la final. "Yo vi ir a Messi al piso a recuperar pelotas" puede ser la leyenda de una remera, porque lo hizo, varias veces, persiguió rivales, quitó pelotas en defensa. Lio se sobrepuso a un mal partido futbolísticamente hablando, y puso toda la garra que demandan las finales.

LOS NOVATOS

El Dibu Martínez volvió a hacer un partido brillante. Esta vez no fue el héroe, los arqueros alcanzan injustamente esa condición en la definición por penales. Pero dos veces sacó pelotas determinantes. Le tapó un remató furibundo a Richarlison y otro a quemarropa a Gabigol, y aseguró la final.

Gonzalo Montiel fue clave. Anuló a todo brasileño que intentó por su sector, no pasaron nunca. Le cambiaron los extremos, le mandaron dos juntos, y siguieron si poder pasar.

Y el Cuti Romero jugó con distensión de ligamentos, una lesión que, de agravarse, lo dejaría fuera de las canchas al menos 8 meses. Jugó y fue figura, ganó, quitó, cortó, luchó, y salió limpito de atrás. 

De Paul hizo un partido que parece irrepetible, pero ya tiene su propia nota aparte. 

Los demás acomparon, casi siempre bien, Lo Celso no pudo aportar mucho en ataque, se sacrificó jugando casi de doble tres y perdió tanto como ganó. Acuña también luchó, pero su sector fue el mas flojo, por donde mas llegó el rival en el segundo tiempo y casí no aportó arriba. Lautaro Martinez también peleó mucho, pero no pudo aportar explosión en ataque, aunque todos cumplieron con el sacrificio para el equipo.