En siete países de América, desde Chile a Estados Unidos, hubo elecciones presidenciales durante los dos años de pandemia: en los siete perdieron quienes ejercían el poder. 

El péndulo ideológico lo marcó: cuando el presente es tan exacerbado y riguroso, donde existe una cancelación del futuro, es tentador apostar al cambio, a probar algo nuevo, porque en definitiva el pensamiento que impera es Peor no podemos estar. Y se vota en consecuencia.