El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, propuso que los poderes públicos asuman “un diálogo honesto” y reclamó que “los discursos no remplacen a las soluciones”.

Al abrir el año judicial, abogó por un modelo de justicia que “evite que las tragedias ocurran” y se pronunció a favor del “gobierno abierto”, para que los reclamos de la sociedad lleguen a los diversos estamentos gubernamentales.

“Quiero hablarles de un modelo de justicia más cercano a los intereses de los ciudadanos, de los argentinos. Este modelo incluye hablar de las cosas importantes que exceden a lo judicial”, afirmó el ministro del máximo tribunal, tras lo cual resaltó que “es necesario un diálogo más profundo con los otros poderes del estado”.

Para Lorenzetti, la función de la justicia “no es sólo resolver los casos, sino evitar que las tragedias ocurran y que los conflictos no siempre sean juicios. Hay que tener un diálogo institucional serio. Tenemos una extraordinaria tendencia a que los problemas no se solucionan, se trasladan”, deslizó.

El juez de la Corte advirtió que se requiere “un modelo que juzgue a quien tiene enfrente con imparcialidad, cualquiera sea el poder que ostente: económico, político o de otra naturaleza”, lanzó. “la justicia es igual para todos”, concluyó.