La primera que twitteo su apoyo a Sabina Frederic fue la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta. Pocos minutos después, una cuenta denominada Mujeres Gobernando que reúne a unas 250 funcionarias, replicaron el respaldo.

Sabina Frederic se siente amenazada por Sergio Berni y la interna creció a niveles complejos, al punto que operadores cercanos al presidente Alberto Fernández, se contactaron con dirigentes cercanos a Cristina Fernández de Kirchner, pidiendo condiciones por la cabeza de Berni.

La respuesta, por ahora fue negativa, pero plantearon una alternativa. ¿De que se trata?. Si se va uno se van los dos, sería tal vez la única alternativa negociable para la vicepresidenta. El colectivo de mujeres funcionarias se activó como nunca antes, y el planteo fue “la violencia es el límite de esta interna”, y si bien el ministro de Seguridad bonaerense no corrió a cabezazos a su par nacional, si lo hizo con su segundo Eduardo Villalba. No fue violencia de género, por un cargo en el escalafón.

Por ahora la cosa no parece que vaya a prosperar: desde el círculo íntimo del gobernador Axel Kicillof dicen que Berni “está firme en su cargo”, pero algunos recordaron la vieja máxima del futbol que indica que, cuando los dirigentes salen a respaldar a un entrenador, en un par de fechas está afuera.

La pertenencia del titular de la seguridad bonaerense al cristinismo explícito, la genera a Frederic el temor de seguir los pasos de Marcela Losardo, es decir, tener que dirigirse hasta la puerta. Y a Alberto, el pánico de que sus ministros sigan de salida y continúen siendo reemplazados por otros de estrecha confianza de Cristina.

Las mujeres del gabinete tratarán de respaldar a Frederic, pero dicen en las intimidades del poder, sin arriesgar sus propios cargos. La vieja frase del peronismo “te acompañamos a la puerta del cementerio, pero entrar, entrás solo”, siempre está vigente.

Por eso, la discusión interna entre las mujeres que Lideran Gómez Alcorta y Vilma Ibarra es si resulta conveniente desgastar el colectivo en una pelea con mas chances de perder que de ganar, porque la problemática política supera la cuestión de género, es sobre el control de la coalición gobernante.