El Gobierno nacional decidió postergar el aumento de los impuestos que impactan en el precio de los combustibles que estaba previsto para este mes. Mediante el decreto 567/2023, publicado en el Boletín Oficial, se estableció que la suba en los montos de las cargas fiscales comenzarán a regir a partir del 1 de febrero de 2024.

Esta medida alcanza a la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil. El objetivo de esta postergación es asegurar una estabilización y una adecuada evolución de los precios de los combustibles. Según el Gobierno, al tratarse de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles.

Esta decisión surge en el marco de las recientes subas en los precios de los combustibles, que se aplicaron tras el vencimiento del acuerdo de precios vigente. Las petroleras incrementaron los precios entre un 8% y un 9,6% como medida para evitar tensiones y problemas con las exportaciones. El Gobierno, por su parte, amenazó con cerrar las exportaciones de crudo si no se resolvía el desabastecimiento en el mercado local.

En cuanto al abastecimiento de combustibles, según la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), se ha incrementado la provisión y se espera que la situación se regularice durante esta semana. Las empresas petroleras han aumentado el ritmo de despacho y se ha implementado un esquema especial logístico con más de 4.000 camiones cisterna para incrementar la oferta de combustibles.