El pedido de Juan Manzur para asumir la Jefatura de Gabinete, era complejo de cumplir. El todavía gobernador de Tucumán pretendía que, cuando entrase en vigor su licencia, el que asuma no sea su vice, Osvaldo Jaldo.

La interna entre ambos, había llegado a su máximo nivel de tensión el domingo pasado, cuando el vice presentó en elecciones una lista diferente a la del propio Manzur y si bien perdió, le dio pelea. 

Pero Jaldo, se abrazó a la ley y la compensación que le ofreció el gobierno nacional para retirarse del sillón que sorpresivamente heredaba fue rala: un silloncito en el directorio del Banco Nación. 

El gobernador de Tucumán, tiene un control absoluto de la provincia, es uno de esos distritos argentinos que sin ser Formosa, el poder del Ejecutivo es formidable. De hecho, Jaldo tendrá de ahora en más, la facultad de designar un par de decenas de magistrados.

Dicen los medios del Jardín de la República que ambos dirigentes llegaron a "una tregua" y que Jaldo mantendrá el gabinete de Manzur. Calma chicha, todos miden en su reloj el tiempo que tardará en terminar el armisticio.