La expresiones del diputado Fernando Iglesias sobre Florencia Peña, fueron la gota que rebalsó el vaso. Su conducta habitualmente genera irritación en propios y extraños pero esta vez parece haber pasado los límites, o al menos, haber generado la ocasión para que sus colegas de bloque se lo saquen de encima.

Es difícil que prospere la expulsión de la Cámara que incentivaron diputadas kirchneristas, especialmente porque Iglesias termina mandato en diciembre y no habrá mucho trabajo activo congresual en el período preelectoral, simplemente porque los legisladores son políticos, la mayoría del interior, y están en plena campaña en sus territorios.

Pero Iglesias es también candidato, está quinto en la lista que encabeza María Eugenia Vidal en la CABA, y llegó allí por expreso pedido de Mauricio Macri, en único por el que pidió.

Y de allí, están esperando para desalojarlo. La lista está presentada en la Justicia y aprobada, pero todavía no cuenta con legitimación popular producto del voto en las primarias, momento después del cual, Iglesias adquiriría derechos y sería mas complejo desplazarlo.

Hoy, la inconducta sobreviniente podría ser un motivo más que válido, que varias de las mujeres de Juntos están pensando. Incluso la presidenta de la UCR de la Ciudad, Mariela Coletta, dejó sentada su posición en la red Twitter: "Esto, además, género agravios machistas ya pasados de moda contra una actriz que asistió a la quinta de Olivos por convocatoria del presidente. Más allá de las simpatías políticas, los ataques por ser mujeres se repiten. Lo repudiamos y le decimos basta a este tipo de violencia".

También Silvia Lospennato fue contundente contra Iglesias y la propia Vidal lo repudió. En Juntos temen que su presencia genere una fuga de votos femeninos y eso es algo que no se pueden permitir. Las presiones sobre iglesias para que se baje ya empezaron, mientras preparan una presentación judicial por si no accede voluntariamente a retirarse.