En septiembre de este año, la policía de San Isidro fue sorprendida con un caso particular: Un hombre de 63 años había sido golpeado, torturado y robado entre, al menos, cuatro personas. Sin embargo, lo último que recordaba Pablo era que había quedado con “Valentina”, una muchacha de 21 años que conoció por la app de citas, Tinder, y que la había dejado pasar a su departamento para una noche romántica.