Suena casi a infantilismo querer mostrar unidad cuando no hay unidad. Y suena muy antidemocrático tener que "evitar las primarias" como propuso Mauricio Macri por los medios, cuando es el modo mas coherente de dirimir candidaturas.

A la reunión del miércoles para mostrar unidad que convocó Macri, y a la que muchos dirigentes asistieron de compromiso, faltaron justamente, las dos piedras de la discordia: María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich, ambas con excusas poco creíbles.

Y ayer, después de tanta unidad, Horacio Rodríguez Larreta hizo su jugada, y se mostró con los intendentes del PRO de la Provincia de Buenos Aires, lugar donde piensa monopolizar las candidaturas del espacio y eventualmente, ir a internas con el radicalismo, prescindiendo del macrismo.

La foto cayó como un balde de agua fría en el macrismo duro, al punto que, según pudo saber Continental, ya hay amagos de bajarse de toda postulación, tanto de Patricia Bullrich en CABA como de Jorge Macri en Provincia.

"Ninguno de los dos van a ir a perder en la primaria y si compiten, pierden, así que lo mejor que pueden hacer es preservarse a ver que pasa, e intentar directamente en 2023" dice alguien que conoce bien a Bullrich. Si es así, el macrismo de paladar negro, los halcones del PRO, plantean su eventual retirada como un "renunciamiento estratégico".