La mayoría de los científicos de la misión se estremecerían ante la idea de que su nave espacial se hiciera añicos. Pero para los que están detrás de la sonda Dart de la NASA, cualquier cosa que no sea la destrucción total se considerará un fracaso.

La nave espacial de U$D 330 millones se estrellará de frente contra un asteroide a unos 11 millones de kilómetros sobre el Océano Índico poco después de la medianoche del lunes. El impacto, a casi siete kilómetros por segundo, destruirá la sonda de media tonelada, todo en nombre de la defensa planetaria.

No es que Dimorphos, el asteroide en cuestión, represente una amenaza para la humanidad. El Dart, o prueba de redirección de asteroides dobles, es un experimento, la primera misión en evaluar si los asteroides pueden ser desviados en caso de que se encuentre uno en curso de colisión con la Tierra. 

Un empujón bien colocado podría evitar el Armagedón, o al menos eso es lo que se piensa, y evitar que los humanos sufran el mismo destino que los dinosaurios.