La senadora nacional por Santa Fe y vicepresidenta segunda de la Cámara Alta, se hizo presente en la inauguración de un sanatorio privado y coincidió allí con el legendario padre Ignacio.

Hasta allí todo habitual, salvo porque la legisladora decidió asistir con un vestido que le resultaba un tanto "volátil" y cuando posaron para la foto de la inauguración, el rebelde textil se desplazó unos milímetros y dejó al secerdote "balconeando" el busto casi sin cobertura de la encumbrada funcionaria.