Con goles de Enzo Fernández, Nicolás Tagliafico y Nicolás González, la Selección Argentina derrotó con claridad a Bolivia por 3 a 0. Lio Messi vio todo el partido desde el banco de suplentes, aunque ni siquiera estuvo inscripto en la planilla oficial del encuentro.

De movida, el equipo campeón del mundo se plantó en el campo con personalidad y manejó el juego de manera cómoda, incluso mostrando mayor movilidad que el conjunto local, a pesar de los 3.600 metros de altura. Así, en el primer tiempo, y después de una muy buena jugada colectiva, Enzo Fernández entró como número 9 al área para definir tras un pase de Ángel Di María. 

A pesar de estar en ventaja, Argentina siguió manejando la pelota y el juego. Encima, el local sufrió la expulsión de Roberto Fernández por un planchazo a Cuti Romero, y al ratito llegó el segundo gol, con un poco de suerte: Tagliafico apareció muy solo para cabecear en el área boliviana y, aunque calculó mal, impactó la pelota con el hombro izquierdo para colocarla por encima del vuelo inútil del arquero. 

El dominio se mantuvo en la segunda parte y recién sobre el final la Selección se paró un poco más cerca del área de Emiliano Martínez para regular el esfuerzo. De todos modos, en una salida desprolija del local, Exequiel Palacios recuperó la pelota y se la entregó a Nico González para que definiera con un fuerte zurdazo.

No quedaba espacio para mucho más. El público, que llenó el estadio Hernando Siles, se fue doblemente decepcionado: por la derrota y por no haber podido ver al mejor jugador del mundo, aunque más no fuera por un rato.