En esa línea, también se manifestaron el vicepresidente, Amado Boudou y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

Mediante una serie de mensajes publicados por la mañana a través de la red social, la Presidenta calificó la postura de los fondos buitre como "absurda" y consideró que "si Argentina tuviera que volver a pagar 170 mil millones de dólares volvería a quebrar. Como en el cuento de la Cándida Eréndira, de García Márquez".

La jefa de Estado también explicó que, en caso de acatar un pago del 100 por ciento, "estaríamos violando dos leyes argentinas, la del primer canje y la del segundo canje".

"Además -agregó- estaríamos estafando y defraudando a los que creyeron y de buena fe aceptaron la propuesta argentina".

Cristina afirmó que "hemos ido a contramano de todas y cada una de las cosas que nos decían que teníamos que hacer y nos fue bien".

"Eso es lo que no nos perdonan", remarcó.

También señaló que "lo que quieren es que nos sigamos endeudando" y ponderó el "esfuerzo descomunal" de "la Argentina, los 40 millones" para pagar "regularmente nuestras deudas".

En otro tramo de sus mensajes, la Presidenta afirmó que la Argentina "es un leading case político" y "no solamente uno económico, como quieren hacernos creer, o financiero".

"Significa si los principales dirigentes mundiales, G-20, organismos multilaterales, gobiernos, van a permitir que un puñado arruine al mundo, a las sociedades, con millones de desocupados, gente que se suicida. O van a privilegiar sus sociedades, pueblos, sus países, sus historias", afirmó.

Por su parte, el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, ratificaron que la propuesta de pago a los fondos buitre ordenada por la Corte de Apelaciones de Nueva York "no será distinta" a la realizada a los bonistas que entraron al canje en 2010.

En una entrevista conjunta publicada hoy por el diario Página/12, Boudou afirmó que "no vamos a hacer nunca una propuesta diferente de la que se llevaron los bonistas en 2010".

Lorenzino, en tanto, insistió en que el gobierno argentino no ofrecerá "algo distinto de lo que le dimos al 93 por ciento de los acreedores que entraron al canje".

"La propuesta es muy clara y la dijo la Presidenta en la apertura de las sesiones -afirmó Boudou-. Nosotros tenemos capacidad y voluntad de pago, pero tenemos leyes argentinas que no vamos a vulnerar y tenemos un compromiso de negociación con los acreedores".

Consultado sobre las consecuencias de implementar un pago del 100 por ciento como el propuesto por el juez neoyorquino Thomas Griesa, Lorenzino indicó que habría demandas "por una suma cercana a los 43.000 millones de dólares".

"El Bank of New York y todo el sistema de intermediarios también se verían afectados por la medida por ambos frentes: los bonistas que entraron al canje los demandarían por no darles su dinero y serían demandantes por los daños y perjuicios que recibirían", agregó.

Para Boudou, "le quieren cobrar al país su política económica heterodoxa, que es exitosa, donde se administra el comercio exterior, se asignan recursos para el desarrollo productivo, se subsidia la energía para tener más competitividad que permita sostener el empleo".