La Policía clausuró un  “karaoke oriental” que funcionaba como prostíbulo y organizaba toda clase de juegos de azar. De esta manera, se organizó un allanamiento donde se constató la presencia de varias mujeres que ejercían la prostitución y se secuestraron ruletas, naipes, dados y hasta un gallo. En ese contexto, los efectivos demoraron a los clientes y empleados presentes, pero estos no fueron detenidos.