A orillas del lago de Michigan, en Highland Park, al norte de Chicago, se encuentra la lujosa mansión que Michael Jordan, uno de los mejores basquetbolistas de la historia de la NBA, no logra sacarse de encima a pesar de haber bajado su precio varias veces. La propiedad inició con un precio de venta de USD 29.000.000 y actualmente se vende por la mitad, aunque Jordan asegura que aceptaría comercializarla por menos de USD 14.000.000

La mansión se construyó sobre una parcela de más de 3 hectáreas que adquirió en 1991, pero no fue hasta 1995 que terminó de edificarla por completo. Asimismo, en 2009 la refaccionó. Está distribuida en dos niveles y consta de 9 habitaciones, 15 baños completos, gimnasio amplio, salón para fumar y un garaje para 14 vehículos.

Tanta ha sido la desesperación de Jordan por vender la mansión que en el 2015, con la intención de captar a algún fanático, el astro de los Bulls aseguró que regalaría al futuro dueño de la mansión un lote con todos los modelos de su marca de calzados Air Jordan. A pesar de la propuesta, no encontró a ningún interesado. 

¿Por qué la mansión no logra venderse?

De acuerdo con expertos en real estate, a pesar de ser una vivienda minimalista con arquitectura excepcional, es una casa tan hecha a medida de las necesidades de Jordan que, a pesar de su valor real y de ser una casa única, tiene muy difícil comercialización

“Es muy complicado que los clientes necesiten una casa con cancha de básquetbol, sala de fiestas, pista de golf, bar, casino y entre otros rincones. En la zona hay viviendas mucho más versátiles y funcionales para una familia”, explicaron en Marketwatch, un sitio web que proporciona información financiera, una firma especializada en propiedades de lujo.

De igual manera, la locación de la mansión no ayuda mucho, ya que, a pesar de estar ubicada en una zona de muy buen poder adquisitivo, Highland Park no es una de las favoritas de magnates o personajes famosos, por lo que los compradores buscan una casa más familiar.