Mientras muchos republicamos todavía tratan de digerir la derrota de Donald Trump y amenazan con retornos de poca viabilidad, el Partido Republicano, se prepara para una lucha feroz que determine el candidato del partido en 2024.

Si bien es cierto que los presidentes en funciones suelen reelegir y los partidos de oposición mandan un candidato sin mayores chances a esas contiendas perdidas a priori, este podría ser un caso diferente, dado que el electo presidente demócrata Joe Biden, va a tener 81 años al momento de empezar su segundo período, y él mismo, aseguró en campaña que no piensa reelegir.

De este modo, la competencia entre oficialistas demócratas y opositores republicanos tendería a emparejarse y Trump deja un legado en materia de cantidad de votos nada despreciable. Incluso en muchos de los estados que perdió, la diferencia fue mínima y en varios casos la derrota estuvo relacionada con la personalidad polémica del empresario.

En esa lucha por el poder dentro del partido republicano, aparecen diversas figuras, medianamente jóvenes, cada una con sus características, que pueden ser las caras de refresco para los republicanos, que pujen por la candidatura presidencial en solo 4 años.

KRISTI NOEM: es la actual gobernadora de Dakota del Sur, figura en ascenso del Partido Republicano, sólo tendrá 52 años al momento en que se dispute la presidencia en 2024. De fuerte personalidad, los republicanos tendrían la posibilidad de ofertar como candidata a una joven mujer, lo que aportaría a remozar la cara del partido.

Si bien su gobernación aseguró el triunfo de Trump en la elección de enero (62% de los votos), su desventaja es que representa un estado que tiene solo 3 votos electorales por su reducida población. Sin embargo, nadie olvida la experiencia de Bill Clinton, originario de Arkansas, otro estado pequeño.

RONALD DESANTIS: es gobernador del poderoso estado de Florida, y tendrá para las próximas presidenciales, apenas 45 años. El estado que gobierna detenta nada menos que 29 votos electorales, y acaba de acompañar la victoria de Trump en un distrito donde las encuestas

anunciaban un triunfo demócrata por la gran composición de electorado latino.

DeSantis ha tenido que luchar contra otra figura del estado, que podría rivalizar en la carrera presidencial, el senador nacional por Florida Marco Rubio. De hecho, en muchos momentos de su carrera política ha tenido que moverse a la sombra de Rubio, bajándose incluso de la carrera por la senaduría cuando su rival decidió reelegir.

Se destaca la dupla política que conforma con su esposa Casey. Si “rompe el cordón” con Rubio y da la pelea, tiene grandes chances.

Hizo, hace unas semanas, una jugada de riesgo que le valió el apoyo de los todavía trumpistas: mando al poder legislativo de Florida un proyecto de ley para multar con 100 mil dólares diarios, a las redes sociales que proscriban las cuentas de los políticos, en respuesta al bloqueo al que Facebook y Twitter sometieron a Trump.

TED CRUZ: senador por Texas, ya fue precandidato presidencial, muestra una presencia muy activa en el Senado y llegará a 2024, con tan solo 53 años. Representa un estado muy poderoso en materia económica y de votos electorales: 38 electores envía Texas al colegio electoral.

Tiene como diferencial extra su origen latino y carece de competencia interna en su estado: el gobernador Greg Abbott llegaría a la próxima presidencial con 67 años y su compañero en el Senado John Cornyng, también de su propio partido, tendría 73 años.

De madre estadounidense y padre cubano, es abogado de Harvard y fue secretario de la Corte Suprema. Compitió contra Trump por la nominación republicana para las elecciones de 2016 y derrotó al ahora presidente saliente en Iowa, Alaska, Oklahoma, Maine, Kansas, Utah, Idaho, Texas y Wisconsin. Muchas fichas para Cruz.

MARCO RUBIO: es senador por el estado de Florida y llegaría a las próximas elecciones con solamente 53 años. Es el líder político republicano de Florida, aunque siempre optó por representarla en el Senado antes de ser gobernador. Competiría justamente con su compañero de partido y actual mandatario del estado Ronald DeSantis.

También de origen latino, hijo de padres cubanos ya hizo sus primeras armas como precandidato presidencial en 2016, compiendo contra el mencionado Ted Cruz y el propio Donald Trump. Pese a ser el candidato preferido del Tea Party y haber ganado el Distrito Columbia (Washington), se bajó de la competencia cuando Trump lo venció en su propio estado, Florida.

Seguramente habrá otros candidatos que surjan en el camino, pero estos ya están en carrera y la pelea amenaza con ser apasionante, para hacerse acreedor al legado de Trump, que, en materia de cantidad de votos recibidos, no es poco