Este martes, la justicia británica le reconoció al rey emérito Juan Carlos de Borbón la inmunidad en Inglaterra. Tres jueces del Tribunal de Apelación de Londres dictaminaron que la “alegada conducta previa a la abdicación”, ocurrida en el 2014, es “inmune a la jurisdicción de los tribunales de este país”.

Esto era lo que el padre del actual monarca español reclamaba, intentando mitigar una demanda por acoso presentada por su ex amante, Corinna Larsen, en Londres. El equipo jurídico del ex monarca, de 84 años, defendía desde 2021 que este no podía ser juzgado en Inglaterra en virtud de la ley británica de inmunidad del Estado de 1978.

Sin embargo, un juez de la Alta Corte de Londres se la había denegado en marzo con el argumento de que ya no era miembro de la casa real. Asimismo, dijo que, antes de su abdicación, los “actos de acoso” de los que lo acusa la empresaria germano-danesa, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de 57 años, no se beneficiaban de dicha protección.

El rey mantuvo una relación extramatrimonial entre 2004 y 2009.
El rey mantuvo una relación extramatrimonial entre 2004 y 2009.

El tribunal de Apelación accedió después a reexaminar la cuestión, pero únicamente mientras fue jefe de Estado.

Paralizada hasta la resolución de este recurso, la demanda por acoso podrá ahora proseguir en una fecha por determinar, dado que el rey emérito no fue autorizado a reclamar inviolabilidad para el periodo posterior a su abdicación.

La denuncia por acoso

Corinna denuncia ocho años de amenazas, intrusiones, seguimiento, pirateo y difamación. En el 2020, presentó una demanda civil contra Juan Carlos por acoso en Londres, donde vive.

Asegura que Juan Carlos la hostigó desde 2012 buscando recuperar “regalos” que incluyen 65 millones de euros (68 millones de dólares).

La empresaria reclama una indemnización por daños psicológicos y medidas de alejamiento. No hay riesgo de cárcel o extradición al rey emérito, que niega todas las acusaciones.