No es del todo lógico. El presidente Alberto Fernández tuvo una prolongada gira por Europa buscando el apoyo de los principales líderes de occidente para renegociar la deuda. Por otro lado, se jacta de su relación con el presidente norteamericano Joe Biden, y dialoga divertidamente por zoom con Angela Merkel.

Y hace bien, necesitamos ayuda. Si no se podía pagar la deuda antes, después del gasto desmesurado en asistencia social durante la pandemia, el país esta desolado desde lo económico.

Pero esas acciones, de ruego y simpatía exterior, tienen que estar acompañadas de una determinada conducta general. Ignorar que Israel es el aliado de occidente en oriente medio es un error gravísimo. Es posible que en el litigio con Hamas, se haya extralimitado en las incursiones bélicas, y nadie dice que eso no debe importar, pero es más que posible que si Israel le plantea a Alemani que Argentina no debe ser ayudada, termine no siéndolo.

En la resolución de ayer de Naciones Unidas, Argentina, junto con Venezuela, México, Cuba y Bolivía, votaron por investigar exahustivamente a Israel por presuntos crímenes de guerra. Alemania por ejemplo, votó en contra.

El premier israelí Benjamín Netanyahu, calificó de “vergonzosa” la decisión, diciendo que era “otro ejemplo de la flagrante obsesión antiisraelí del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”. La resolución “describe como la ‘parte culpable’ a una democracia que actúa legítimamente para proteger a sus ciudadanos de miles de ataques indiscriminados con cohetes. Esta parodia se burla del derecho internacional y alienta a los terroristas en todo el mundo”, dijo el primer ministro.

Por otro lado, solamente un día antes del voto en ONU, la Argentina retiró su demanda ante la Corte Penal Internacional por las violaciones a los derechos humanos del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. 

La demanda había sido interpuesta por Canadá, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Argentina en 2018, pero el gobierno de Alberto Fernández desistió de continuar con ella. ¿Como lo verá el amigo Biden? ¿Cuanto apoyo se sentirá feliz de brindar a la Argentina?

A menos que el gobierno haya descubierto un modo secreto de agradar a quien manguea llevándole la contra, el comportamiento esquizofrénico en materia de política exterior, siempre es poco aconsejable.