El congelamiento de precios dispuesto por el secretario de Comercio Interior, Ricardo Feletti, generó una andanada de consecuencias, en la relación con los empresarios, pero también un debate con la oposición, que promete ser el tema de campaña de acá al 14 de noviembre.

Desde que Feletti ordenó el congelamiento del precio de 1.432 productos, los empresarios alimenticios hicieron saber que se corrían graves riesgo de desabastecimiento, y comenzó una fuerte pelea con el gobierno.

Hoy se sumó la voz del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien manifestó que: "los controles de precio de forma compulsiva no han funcionado nunca en la historia, esta cosa obligatoria ya sabemos cómo terminan: desaparecen los productos de las góndolas, desabastecimiento, se cambian las etiquetas de los productos", explicó el titular del gobierno local.

Atrás salió inmediatamente su par de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof quien definió las palabras de Larreta como: "una amenaza".

La guerra promete tener consecuencias. Ayer Feletti comprometió a los intendentes peronistas del conurbano a salir a controlar el cumplimiento de los precios congelados, lo que hace pensar en roces con comerciantes por parte de agentes municipales.