El jueves, mediante un acuerdo convocado por zoom, al que no asistieron dos de los cinco ministros de la Corte Suprema, Horacio Rosatti fue ungido presidente del cuerpo, algo que ambicionaba desde que arribó al mismo.

Los ausentes fueron Ricardo Lorenzetti, que esperaba recuperar la presidencia que detentó mucho tiempo hasta que se la arrebató Carlos Rosenckrantz, y tampoco estuvo Elena Higthon de Nolasco, eterna aliada de Lorenzetti.