Que el fútbol es un negocio, ya se sabe. Que hay enormes intereses por detrás de lo que sucede en una cancha también. Y que los intereses gubernamentales, económicos, políticos y sociales, tienen cada más peso y poder, tampoco es novedad. Pero, el exceso de avaricia puede llevar a matar a la gallina de los huevos de oro.

En el 71° Congreso de la FIFA, celebrado de manera virtual como consecuencia de la pandemia, se aprobó una moción para estudiar la posibilidad de realizar un Mundial cada dos años, en vez de cada cuatro. Es un primer paso, sí, pero no por eso debe ser subestimado.

Toda idea nueva, buena o mala, comenzó en algún momento de algún modo. La Superliga Europea que tanto revuelo trajo hace unos pocos meses, no fue más que un rumor de los clubes europeos hace un par de año con el cual intentaban obtener más dinero de la UEFA.

No lo consiguieron, y la alborotada iniciativa se hizo realidad. Es cierto, por unos pocos días, por la oposición de los fanáticos. Y quizás, esto termine de la misma forma. El gestor de la idea original fue Arsene Wenger, el histórico ex entrenador del Arsenal, que ocupa el cargo de jefe de Desarrollo Global de la FIFA, un cargo que lo ha transformado en una suerte de gurú opinólogo que ha fomentado la creación de nuevas reglas contrarias a la tradición futbolera.

Por ejemplo, la modificación de la ley del fuera de juego, el poder jugar un tiro libre como si la pelota estuviese en movimiento, o anular el saque del medio. La iniciativa fue tratada en el Congreso de la FIFA e impulsada por el presidente, Gianni Infantino: “Es una manera de promocionar el fútbol. Hay que ver como puede cuadrar en el calendario y analizar que hacer con los partidos clasificatorios”.

La moción para realizar un estudio para analizar la posibilidad de poner en práctica la iniciativa fue aprobada por 166 votos a 22. “La prioridad será lo deportivo y no lo comercial”, afirmó Infantino.

Aunque, sobre el final también se refirió a lo que representaría desde el punto de vista económico reducir la cantidad de años entre cada evento. “Si hacemos una Copa del Mundo cada dos años, vamos a duplicar nuestros ingresos”, cerró, con una sonrisa de oreja a oreja.