Facebook, la cuna de todas las redes, tiende a morir. Sus usuarios son personas cada vez mayores, los jóvenes, que son quienes marcan el ritmo de la redes, la han abandonado y su proyección en el tiempo es finita. A su vez Twitter, se ha transformado en una “red cloaca”, de la que participan las personas que desean insultarse.

Es cierto, si uno quiere, por ejemplo, hacer un anuncio político para que todos lo conozcan, la red del pajarito sigue siendo una buena herramienta, si uno esta en condiciones de soportar todo tipo de agravios o simplemente, puede ignorarlos. En ese formato, Twitter tiende a perder entidad, nada de lo que allí se dice es creíble y todos lo aceptan de ese modo. Sirve, básicamente, para intercambiar agravios o bromas.

Instagram esta cayendo en la consideración general, especialmente, otra vez, la de los mas jóvenes, pero también de las grandes marcas. No estar en Instagram hoy, es un valor para las casas de mayor nivel. Los odiadores empezaron a poblar esa red al igual que en Twitter. Las personas reciben agravios y presiones. 

Hoy, sus funciones son dos: el “levante” y la venta. Si alguien quiere comprar algo entra a Instagram y busca entre los locales de su preferencia para ubicar lo que requiere. Por otro lado, si no se anima a usar Tinder o pretende simular ser una persona seria y quiere buscar una pareja o seducir a alguien que no este en su agenda personal, utiliza Instagram. Pero la simulación es ridícula, todos los que participan del “circuito” saben en que está el otro.

La mas moderna de las redes, no es útil para comunicar cuestiones serias. La china Tik Tok es un divertimento, los videos mas vistos son los que causan risa, no un mensaje formal o la propuesta de un político. 

No es hoy, no es mañana, pero las redes en general se extinguen, al menos con el formato con que las conocimos hasta aquí. Muy pronto serán una antiguedad.

A diferencia de ellas, se propagan los grupos y las publicaciones de medios relevantes, en los servicios de mensajería como Whatsapp y Telegram. Aquellos grupos de personas que mantenían comunidad de opiniones en Twitter por ejemplo, compartían las mismas ideas y se retroalimentaban, hoy conforman grupos en servicios de mensajería, coinciden allí, planean y lo hacen sin interferencia de los terceros discrepantes e insultantes. 

La forma de comunicar tiende a mutar nuevamente, se empieza a parecer mucho más a un boca a boca tecnológico y masivo, cuya difusión depende de la capacidad de propagación de nuestros grupos. Si tenemos en Whatsapp, por ejemplo, 500 contactos y enviamos un mensaje a todos, el 10% de ellos lo mandará también a sus 500 contactos y así sucesivamente, el mensaje se multiplicará como en una red social. Lo mismo ocurre con Telegram o si tenemos un canal en esa red, al que accedan todos los usuarios.

A efectos de convencer o informar a nuestro grupo de pertenencia pero también a toda la comunidad, las redes ya casi no tienen un rol, todo corre a velocidad inimaginable, por los sistemas de mensajería. El mundo mediante la tecnología está cambiando nuevamente, las formas de comunicación dentro de solamente 5 años serán otras. Saber comunicar hoy, es anticiparse a los cambios, mutar a la velocidad que la sociedad lo hace.