Puso una cara sobradora el presidente Alberto Fernández. Fue en la conferencia de prensa posterior al encuentro con Horacio Rodríguez Larreta, al día siguiente de emitir el DNU en custión, cuando un periodista lo consultó sobre la presentación del jefe de gobierno en la Corte Suprema. "No hay competencia originaria, la Ciudad no es una Provincia", dijo entre canchero y despreciativo, el profesor de derecho de la UBA, que encabeza el "gobierno de científicos", como se autodenominan.

Pero hace más de 15 años que en reiterada y pacífica jurisprudencia, la Corte ha aceptado que la Ciudad es equiparable a una provincia. Solamente Helena Highton de Nolasco, sostiene lo contrario, por eso se excusó en el fallo de hoy.

Y pasó lo obvio. Lo que iba a pasar tarde o temprano, incluso cuando la Corte hizo lo imposible por ganar tiempo y eludir dictar la sentencia. El propio presidente los obligó cuando prorrogó ese decreto que ya había vencido, hasta el 21 de mayo, exactamente en los mismos términos.

En definitiva, la Corte dijo que la Ciudad es autónoma, que detenta la misma facultad que todas las provinacias para definir en el tema educativo, que es una facultad no delegada por las provincias a la Nación. 

Agregó que si bien el gobierno puede tomar medidas de urgencia en materia de salud pública en cuestiones como la pandemia, no puede avasallar las facultades provinciales, y por otro lado, el DNU impugnado no justifica ténicamente en ninguno de sus párrafos la necesidad de suspender las clases presenciales como herramienta para evitar la propagación.

Por ende, la norma aunque vencida es nula y las clases presenciales pueden continuar con aval judicial. En mensaje es tan político como jurídico. La soberbia no es muy conducente en momentos de desesperación social. Pero aparte, los "Considerandos" de un Decreto no son un "tramitecito", es la porción de la norma que justifica el decisorio y cobran un valor extraordinario al momento del cuestionamiento judicial.

Si Fernández y su equipo tenían válidas razones para suspender las clases, en esos considerandos debían explayarse, para respaldar un instrumento tan delicado como un DNU. El desempeño del área legal debería ser observado con mayor detenimiento por el presidente.